jueves, 24 de junio de 2010

Llueve agua hirviendo.

Como las primeras lluvias en medio del verano.
con esa suave intensidad de quien busca besar a su amante en la oscuridad de una madrugada justo despues de despertar, antes de abrir los ojos y regresar a la realidad.
lluvia con olor a sudores frios, que refrescan los calores que bullen internos.
y tal como el subito trueno de un relampago, viene el estruendo provocado por un gemido final, por un grito sordo a los sentidos externos. por un susurro de los de adentro; la explosion inversa expulsada al interior del "yo".

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